Las emociones impactan en la salud

Las emociones impactan en la salud

Las emociones impactan en la salud y esta afirmación se puede sustentar desde el enfoque de la medicina china que, esencialmente se basa en el equilibrio del Yin-Yang, las dimensiones física, mental y emocional, psíquica y espiritual, no se pueden separar, porque la interrelación entre ellas determinan un ser humano total e indivisible.

Nuestro cuerpo responde a cada estimulo y orden, que damos sean estas conscientes o inconscientes, en todo momento estamos enviando información, para producir una reacción electroquímica, que generará una respuesta acorde a lo emitido. No solo metaboliza las funciones básicas de transformar los alimentos en energía para nuestro sustento, sino procesa energía que puede provenir del exterior, sean estímulos físicos a través de los sentidos, tacto, olfato visión, sino también estímulos psíquicos, estos a través de las emociones o sentimientos y que están ligados a las creencias y condiciones sociales acorde al medio donde nos manifestamos. Cuando alguien nos expresa su amor, su aprobación o estimula nuestra autoestima, también producimos reacciones electroquímicas que se ven reflejadas en nuestro organismo al igual que en los procesos de metabolización. Podemos sentir empatía o repulsión, en el momento de encontrarnos con alguien a quien no conocemos y esta también es una respuesta del exterior que nuestro organismo procesa, una forma de energía que es acorde o no a nosotros.

Somos un ente receptor consiente conectado con toda la creación, somos energía en constante movimiento y transformación, captando y procesando esta información que nos llega mas allá de nuestra razón, nuestros centros energéticos vitales del cuerpo son los encargados de mantenernos conectados con el universo y, nuestras emociones las encargadas de regular esta energía, aumentando nuestro sistema inmune o debilitándolo acorde a nuestro sentir, haciendo fluir libremente la energía o atrapándola dejándola estancada en algún lugar de nuestro organismo. Cuando esto sucede, lógicamente se va a presentar algún problema físico.

Cada órgano esta ligado a una emoción y su buen funcionamiento estar marcado por el libre fluir o estancamiento de esta energía más allá de su función biológica.

Las emociones son la manera en la que el cuerpo responde a los sentimientos y a los estímulos externos o internos. Las emociones pueden ser descriptas como una experiencia metafísica paralela a respuestas biológicas y procesos psicológicos. La medicina tradicional china considera que las emociones, afectan a la salud de un órgano especifico. La medicina griega, raíz de la medicina occidental, también considera que las emociones afectan la salud de los órganos.

¿Qué son las emociones?

Las emociones son un lenguaje psíquico que se expresa en lo físico para brindarnos información vital sobre nuestro interior, la mayoría de las veces inconsciente y del cual nada queremos saber…
Las emociones, se expresan cargadas de sentido, con valor biológico y psicológico.
Emociones como el miedo, la ira, la tristeza, stres, angustia, agresividad, culpabilidad, dependencia, sensación de soledad, depresión, etc, constituyen un lenguaje bio-lógico (una lógica de la biología) y dotado de inteligencia que es necesario escuchar, decodificar y entender para evitar que los contenidos inconscientes se manifiesten en el cuerpo, como enfermedades y malestares como por ejemplo: una bola en el estómago, un nudo en la garganta, dolores de cabeza, tensión muscular, espasmos…
Las emociones, sobre todo las negativas, constituyen una señal de alarma.

Nos avisan que algo no va bien, pero normalmente no sabemos qué es, ni tampoco a qué se debe… El proceso emocional se desencadena como una señal frente a una situación que el cerebro interpreta como un peligro. Esta señal de alarma que percibe el cuerpo desata una reacción que se encarga de restablecer de inmediato el equilibrio biológico y, por ende, vital. Es decir, que representan una solución de supervivencia. Por esa misma razón, en vez de combatirlas o negarlas hay que entenderlas para poder solucionarlas.

En apariencia irracionales, emociones como el miedo, la ira o la tristeza, con sus diversas y floridas manifestaciones, revelan un malestar interno. Respondemos a ellas con tres tipos de defensas, ya sean físicas o psíquicas: la huida, la lucha o el repliegue en un mismo (hasta la depresión…). Este mecanismo arcaico y automático, que se inspira en una lógica vital, está hablando a gritos sobre nuestras necesidades y, aunque la mayor parte del tiempo sea inconsciente, resulta natural e indispensable para nuestra supervivencia, tanto como el sistema inmunitario.
Si no comprendemos este mensaje vital –en especial cuando el mecanismo se desencadena sin peligro aparente– estaremos ocultando o haciendo crecer esa realidad que tergiversamos para no sufrir. Nos juzgamos a nosotros mismos, con lo que sólo conseguimos aumentar irremediablemente el sufrimiento! Nos encontramos entonces prisioneros de nuestros recuerdos y “obviedades”, controlados por el sistema límbico y el neocórtex. El camino consiste en decodificar y comprender la información que nuestro cuerpo procesa de maneras tan dispares. Así es como podremos alcanzar una vida completamente humana, responsable y libre.
Se trata, por lo tanto, de alcanzar un mayor grado de libertad y serenidad, tanto en nuestras elecciones como en las relaciones con los demás.

Las emociones, el origen de nuestra identidad. Conocer y descifrar este lenguaje bio-lógico que se manifiesta en el cuerpo, ya sea de modo consciente o inconsciente, implica liberarse de la influencia de las emociones sobre nuestras reacciones a las circunstancias cotidianas de la vida. Antes que intentar negar las emociones, evitarlas, controlarlas o “administrarlas”, la psicobiocuántica propone descifrar su mensaje y facilitar que la persona pueda observar con plena conciencia los hábitos de conducta que se han ido forjando día tras día en su recorrido emocional y que le han hecho vivir en un equilibrio precario, pero necesario para sobrevivir. Se pueden descubrir así, conductas alternativas que reducen con total naturalidad el uso de los mecanismos reactivos de defensa habituales, y liberan a las personas de la atadura existencial a la “única solución” utilizada hasta entonces para satisfacer una necesidad vital y escapar del sufrimiento.
En psicobiocuántica entendemos que lejos de ser un problema, las emociones son una solución, porque son las alarmas del cuerpo de que algo no va bien.
Si logramos entender esto, nos daremos cuenta de que esa es la única manera de emprender un camino para solucionar lo que nos afecta y lograr gestionar adecuadamente lo que sentimos en la vida diaria, claro está que permite encontrar respuestas inteligentes, donde antes sólo se reaccionaba.
Las emociones son en realidad ese aliado que permite que cada uno se reconcilie consigo mismo y con los de su entorno mediato e inmediato, y pueda desplegar libremente todo su potencial de pensamiento, palabra, acción y metas propuestas.

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