Refundando el vínculo con tu madre interior

Refundando el vínculo con tu madre interior

Supongo que te parecerá extraño el título. ¿Cómo es eso de que mi madre es interna? Ella es o fue una persona en la vida real.

Refundando el vínculo con tu madre interior

Si, por supuesto que tienes razón. Yo en este artículo quisiera centrarme en la percepción que tú tienes de tu madre y cómo ese concepto interno ejerce una poderosa influencia en tu vida entera, en tus relaciones, en tu autoestima, en tus emociones, salud, reacciones y maneras habituales de transitar lo cotidiano. También haremos un análisis sobre la manera en que has construido tu propia maternidad si eres mujer, o tu concepción acerca de las madres que hay en tu vida, incluida tu pareja, tus hijas, tus hermanas o abuelas y todas las madres de la humanidad, si eres hombre.

Quizás creas que este es un tema muy personal y que sólo te atañe a ti, pero quisiera que me des la oportunidad de mostrarte que es de vital importancia para que juntos podamos crear y disfrutar de una nueva humanidad más feliz, más plena y más libre de tantos sufrimientos.

Es decir que en este día de la Madre que se acerca, SERÁS TÚ quien reciba un maravilloso regalo para compartir con las generaciones venideras. ¿Qué te parece?

Suele decirse que a nuestros padres no los elegimos, que es lo que nos da la herencia y la naturaleza y nos tocó lo que nos tocó en el sorteo de la vida.

Pero reflexionemos un poco, sólo con la finalidad de que dejemos de responsabilizar a la vida y que tomemos el mando y la conducción de nuestro propio destino.

Si nos lo permitimos, podemos ver el tema desde un punto de vista espiritual que es un poco más amplio que lo que nos enseñaron.

Los hijos escogen a sus padres antes de la concepción. Cuando un alma está en los Mundos Superiores, elige a padres que correspondan con su esfera de consciencia y que le puedan proporcionar el ADN espiritual y físico necesario para que alcance la transformación personal por la cual vendrá a esta vida.

Tanto el hijo como sus padres crean para ambos la oportunidad de crecer, evolucionar y transformarse en mejores versiones de sí mismos y estas oportunidades son especialmente obvias durante los conflictos entre padres e hijos.

Esto es algo que desarrollaremos después.

Nuestro vínculo con mamá es importantísimo porque será nuestro cimiento emocional para el resto de la vida.

Bert Hellinger dice algo muy bello: “La felicidad empieza muy temprano, empieza con la madre y se sigue manteniendo en la relación con ella. El camino de la felicidad se interrumpe cuando perdemos el contacto con la madre”.

Muchas personas viven con gran sufrimiento porque les falta y les ha faltado de pequeños esa ternura en la relación con su mamá.

El amor tal vez ha sido insuficiente o inexistente. Quizás ella no supo dar cariño o afecto, seguridad y el sostén físico-emocional y el alimento del alma que son tan necesarios para todos los niños.

Lo más usual es que estas mujeres, hayan sufrido mucho también en sus vidas y su historia haya sido muy dura, con muchas necesidades insatisfechas y carencias de cuidados y amor.

Suele decirse por ahí que hay madres tóxicas y es una sentencia con la que desacuerdo desde lo profundo de mi alma. Yo quisiera cambiar esa falsa percepción cultural, introduciendo una nueva forma de nombrarlas “madres INTOXICADAS”. Es una concepción mucho más compasiva y nos permite extender un manto de comprensión y perdón hacia nuestras mamis, abuelas, bisabuelas y cada mujer en nuestro linaje familiar.

Por esta razón te pido que suspendas por un buen rato los juicios que albergas hacia tu madre. Tal vez mi argumento sirva para que cambies de idea completamente.

Muchos adultos experimentan en su vida cotidiana un gran resentimiento, rabia, impotencia, juicios, críticas, acusaciones, vergüenza, culpa y dolor por la relación con su madre, las necesidades insatisfechas y las expectativas no cumplidas.

El niño interior herido, reacciona y se activa inconscientemente dañando el normal desenvolvimiento emocional en todas las demás relaciones importantes de la vida. Genera un muro impenetrable en su corazón, se cierra a la vulnerabilidad natural y sana que todos necesitamos desarrollar y se le dificulta mucho a su vez poder amar e implicarse profundamente en las relaciones con sus seres cercanos.

Sus parejas fracasan, las relaciones con los hijos repiten las mismas frustraciones de la infancia, en el trabajo viven en discordia con compañeros y jefes, o simplemente se sienten solos aún que estén rodeados de gente.

Por eso en este artículo te mostraré una forma muy amena de sanar cuánticamente la relación con tu madre o con la persona que haya desempeñado este rol para ti, ya sea que aún viva o ya haya partido de este mundo.

Te enseñaré cómo realizar actos simbólicos que favorecerán la sanación y el verdadero perdón hacia todas las posibles líneas de tiempo, para que puedas a partir de ahora vivir con mayor libertad de las ataduras emocionales, con mayor plenitud y alegría. Porque el estado de la alegría es el que te permite hacer realidad todos tus sueños.

Tendrás la oportunidad de hacer realidad una autonomía esencial para tu crecimiento emocional y madurez espiritual.

Yo sé que quieres lograr tus metas y anhelos… ¿Te animas a romper tus cadenas?

Porque quizás con algunas simples acciones que puedes tomar te puedas ahorrar muchos años de llanto reprimido y depresión.  ¿Te suena tentador? Bueno, emprendamos el viaje!!

Propongo como lema para todo el año si queremos vivir en plenitud: La RECONCILIACIÓN con la MADRE INTERNA.

Porque este artículo se llama “Refundando el vínculo con tu madre interior”.

Para poder reconciliarte con la percepción que tienes de tu madre, cómo supones que es o cuáles son sus motivos, es esencial que primero reconozcas que ella es un ser independiente de tu percepción. Acepta a tu madre como la ves. Luego acepta a tu madre como ES.

Acepta a ese ser humano que es tu mamá, con sus virtudes y defectos, con lo que te ha dado o con lo que desprecias de ella, porque con toda seguridad lo que te dio o no te dio, lo que hizo o no hizo, cómo te trató o incluso si te abandonó, es el resultado de cómo ha vivido ella a su vez la relación con su propia madre.

No supo, no pudo o no tuvo con qué darte lo que necesitabas. Ella sufrió un sinfín de carencias que le impidieron ser la mamá ideal.

Todas las personas en este mundo, invariablemente queremos lo mejor para nuestros hijos, pero a veces eso no sale como ha sido planificado, a veces las circunstancias son tan duras que impiden ver que algo no funciona. Muy probablemente ella no conocía una mejor manera de ser madre y no ha podido darte lo que le sigues reclamando.

Todos hacemos lo mejor que podemos, con lo que tenemos y sabemos en cada momento.

Esto es una verdad tremenda y tu madre es/fue tan humana como cualquiera. Quizás necesitas reconocer y agradecer que aún con todos sus problemas te trajo a la vida y te dio la oportunidad de que la construyeras a tu medida.

Ya no puedes seguir culpando a tu madre por lo que te faltó y por tus fracasos o inacción. Ella hizo lo mejor que pudo y ahora tú tienes la obligación de cambiar la dirección de las velas a tu favor.

El viento va en su dirección, pero si colocas las velas como te conviene, irás donde tú quieras.

Para que eso suceda, es imprescindible que hagas un acto fundacional que le informe a tu inconsciente que la relación con tu madre interna (la percepción que tienes de la madre), ha sido sanada para siempre porque tú has crecido espiritualmente.

Sana la relación con mamá, para ser una mejor madre y dejar de repetir situaciones dolorosas. Si encarnas la mejor versión de madre que puedas ser, tus hijos serán verdaderamente felices, tus nietos y tataranietos tendrán bellas existencias y las  bendiciones colmarán los corazones de toda tu familia.

Si eres varón, también necesitas sanar tu percepción de la mamá, porque así serás mejor hijo, mejor esposo, mejor hermano, padre o abuelo. Sabrás comprender y cuidar bien a las mujeres que estén en tu vida y harás un inestimable servicio a toda la humanidad.

Refunda tu vida, renace y reconstruye tu idea de maternidad con un acto simbólico que cambiará tu existencia para siempre!!!

Haz un acto fundacional de renacimiento y reconciliación con tu madre interna:

Para este día de la madre, sea como haya sido tu relación con la mujer que te dio la vida, ¡haz una emotiva carta y regálatela!!!


Si, leíste bien, es un regalo para ti, porque eres tú quien necesita liberar el corazón.

Si tu mamá ya no está en esta tierra, haz igual el acto simbólico, porque sanarás cuánticamente tu alma, el alma de mamá y la calidad de vida de toda la humanidad.

Es un una amorosa ofrenda para todos, pero quién recibirá los mayores beneficios eres tú.

Te prometo que si haces esto a consciencia y con responsabilidad, a partir de ahora tus días serán muy distintos. Te sentirás liviano, libre y dispuesto a tomar todas las oportunidades que se presenten. Estarás más sereno, más alegre, más pleno y en verdadera paz.

Pon música suave, aromatiza el ambiente en el que vas a trabajar, vístete bonito como si fueras a una fiesta y siéntate con papel y bolígrafo en un lugar sereno y cálido.

¡Haz de esta oportunidad una celebración!!!

Comienza saludando amablemente a tu mamá y agradécele por haberte dado la vida. Utiliza palabras suaves y bonitas.

Luego, haz un viaje al vientre de tu madre, imagina el mismo momento en que fuiste concebido cuando el óvulo fue fecundado.

Imagina/recuerda ya que todo lo que puedas concebir en tu imaginación se basa en lo que sucedió realmente aunque no lo creas. Así funciona el inconsciente.

Recuerda las circunstancias que se vivían en la familia en el momento de tu concepción, intuye el estado de ánimo de mamá en el momento de la unión que te dio la vida, recorre su rostro, sus gestos y las emociones que se agolpaban en su corazón.

Escribe todo en la carta y recuerda hacerlo con palabras cálidas. Haz una narración dulce de lo que sucede en tu mundo imaginario.

Ahora observa cómo se va dividiendo la célula primigenia hasta formar una esfera de muchas células latientes. Ese eres tú!!!!!!!!!!

Recorre cada semana de tu gestación, escucha los sonidos del ambiente, registra los latidos del corazón de tu madre, las palabras que ella decía y de lo que hablaba con otros o contigo. Haz una minuciosa lista de los sentimientos y emociones de mamá.

Sigue completando la carta con esta descripción.

Si hay algo de lo que quieres quejarte o reclamar por no ser de tu agrado, estás en libertad de hacerlo, pero cuida tu vocabulario y la manera en que te diriges a la mujer que te dio la vida.

Evita culpabilizar, insultar, degradar o lastimar. No olvides que es el período en el que estabas en el vientre y cualquier discordia que plantes cuánticamente en tu madre, repercutiría en ti en ese momento y ahora, en tu vida actual. Este concepto puede ser muy confuso y no te pido que lo comprendas. Sólo ten en cuenta presentar tus quejas con la mayor dulzura de la que seas capaz. Se trata de que describas cómo te sentías tu sin endilgarle a ella lo que “te hizo sentir”. 

Continúa relatando tu viaje en el útero maternal. Haz como si fuera un diario o una bitácora de experiencias. Cuenta en la carta todo, incluso el momento en que saldrás por el canal de parto.

¡Qué momento tan trascendental!!! Tu madre te dará a luz y tú por primera vez respirarás en este mundo…

Por favor, abunda en detalles sobre ese momento tan ambivalente, hermoso, dramático, desgarrador y crudo, maravilloso, visceral y portador del milagro más bello del universo que eres tú.

Tú eres la maravilla más grande, eres un rayo de luz divina, un ángel dulce, una vida vibrante y ¡PURO AMOR!!!

Como me sucede a mí, sé que estás secando alocadamente las lágrimas que brotan descontroladas.

La emoción te embarga porque jamás habías imaginado un momento así.

Escribe y documenta todo en la carta.

¿Ahora comprendes el valor que tiene tu madre?

Firma con mucho amor y agradécele infinitamente que te haya ayudado a nacer y ser quién eres hoy.

Cierra la carta, ponla en un sobre de papel bonito, si es hecho por ti, mucho mejor. Adórnalo y séllalo con unas gotas de una vela del color que más te guste.

Busca una ropita o prenda tuya de bebé. En todas las casa suele haber alguna, aunque esté amarillenta o desgastada por los años.

Envuelve la carta en la ropita y guárdalas en un lugar de difícil acceso de tu casa, como si fuera un tesoro y olvídate de dónde las pusiste. No tienes que darle la carta a nadie, porque es un secreto y es personal.

Desde lo más profundo de tu corazón agradece tu vida y tu existencia tal como es, porque está plagada de potenciales y oportunidades para tu crecimiento y evolución.

Declara: “Hoy inicio mi nueva vida, he nacido para ser feliz”

Corona tu esfuerzo y celebración del acto simbólico abrazando a tu madre en su día real o imaginariamente en tu corazón, con todo el amor del mundo.

Dile lo mucho que la amas y que procurarás hacerlo mejor por el bien de todos.

Brinda en las copas más lindas que tengas, con agua si no bebes alcohol y vete a festejar de la mejor manera que se te ocurra.

El festejo es lo que ancla y perpetúa el resultado del trabajo que has hecho.

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Sanar la relación con la madre real y simbólica es una liberación enorme con profundo poder sanador.

¿Sabes que los conflictos de relación con tu madre sin resolver, hacen que enfermes y tu vida se torne cuesta arriba? 

Por eso te invito a continuar ésta lectura con soluciones muy profundas a una problemática que se deriva de las conflictivas con tu madre. Se trata de las dolencias de los pies y sus variados matices.

Te ofrezco éste artículo hecho con mucho amor

Conflictos Psico-Bio-Emocionales de las Dolencias de los Pies

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y un Minicurso Cuántico muy eficiente

Autoterapia ágil del Dolor específico de los Pies, para aliviar tu dolor en casa

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Y finalmente te dejo éstos artículos relacionados íntimamente con la maternidad

Artículos Proyecto Sentido

Podcast El Proyecto Sentido

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El clima en la pareja cuando se gesta un niño. Proyecto Sentido

Feliz día de la madre!

¡Feliz día a mi mamá, que es la mejor mamá del mundo, la más dulce y la más buena!

¡Feliz día a mi hija que me hizo mamá!

¡Feliz vida para todos!!!!

Con inmenso cariño

Silvana Gonella    

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