Educar es un acto sublime de amor

Educar es un acto sublime de amor

Educar es una ACTITUD de entrega.

En esta sociedad tergiversada y muchas veces malsana, las instituciones del sistema entienden que educar, se limita

a impartir textos para que sean reproducidos tal cual.

Sin embargo hoy no tengo ninguna intención de darle más poder con mis palabras al remanido, viejo y caduco sustema, ahhh SUSTEMA!!!, Lo escribí mal sin darme cuenta, pero enseguida alcancé a ver lo que mi insonsciente trataba de trasmitirme respecto de eso. Fue un acto fallido con suerte, ya que me proporcionó una justa descripción de lo que es… Es un sistema que da SUSTO!   ¿Linda descripción cierto?

Bueno dejando de lado el chiste y entrando en materia de lo que quiero hablar, voy a hacer hincapié en que EDUCAR, significa algo mucho más grande que la palabra.

Queda claro que educar no es sólo un verbo, sino que habla de una ACTITUD de amor y entrega en la que como padres nos damos enteros. Frase no célebre recién construida por mi Silvana Gonella

 

Respecto a eso el primer pensamiento que me toca el corazón es que si educar es un acto de AMOR ¿qué es lo que nuestros hijos aprenden más rápido y más permanentemente? Es el ejemplo que damos.

Ellos grabarán a fuego en sus memorias y sabrán utilizar cuando adultos, cuando a su vez tengan que educar a sus pequeños, el ejemplo valioso de padres y abuelos enteros, honestos, coherentes y buenos. Otra frase no célebre recién construida por mi 

¿Verdad que estoy poetisa hoy?

Un niño, por más pequeño que sea, sabe perfectamente cuando sus padres mienten, aunque sea una mentira blanca que les permite salir de una situación. Probablemente el niño no les va a manifestar a gritos que se percató de la mentira, pero como no puede procesarlo, directamente enferma. Lo mismo sucede con pequeños (aparentemente insignificantes) retos, gritos, castigos, palabras rudas provenientes de adultos ignorantes de la sutileza del alma de los pequeños
Este es un tema del que muchos padres no tienen consciencia y no miden las consecuencias de sus actos y dichos cuando están nerviosos o cansados. No saben que ellos son como flechas envenenadas que permanecerán clavadas el el corazón del hijo, por siempre. De ahí vienen los traumas. Y todos sabemos que esta es una sociedad en su mayoría traumatizada por las generaciones que nos precedieron. Está claro también que esos predecesores, no lo han hecho a propósito, sino como consecuencia de sus propios traumas y de la ignorancia que era común desde los años 198o aprox. hacia atrás.

No se trata de culpar a nadie, sino de tomar consciencia de lo que uno repite AHORA, que proviene del pasado.
Nosotros como padres ( y también acá voy a ser honesta como siempre ) de vez en cuando, seguido o a diario, dependiendo del caso, también gritamos a nuestros chicos, o los castigamos. A veces con razón y otras tantas no

Pero convengamos en que lo hacemos aún sin ser nuestra intención. Si logramos tomar consciencia de esas actitudes que sacan a relucir lo peor de nosotros, ya es un gran avance, porque al enterarnos de que estamos actuando mal, ya podemos cambiar. Cambiar y mejorar, pedir perdón, dar las gracias ( aún cuando previo se actuó mal), eso es EDUCAR, es la vida misma con toda su intensidad mostrándose natural. Eso es dar el ejemplo de que como adultos, siempre podemos mejorar. Si nuestros hijos no se animan a hacer algo distinto, como padres, seguramente nos encontraremos en la vida con circunstancias que en espejo, nos empujarán a cambiar, actuar, salir de la comodidad y las excusas y convertirnos en una versión mucho mejor de nosotros mismos.

Eso es un ejemplo de AMOR, ya que el niño que es intrínsecamente perceptivo, sabrá que lo que hacemos, es con la mira en el mejor futuro que seamos capaces de imaginar. Las actitudes de los padres, tienen el tremendo poder de ENSEÑAR, de formar y de completar el SER total de nuestros hijos. Por supuesto que esto puede dar resultados positivos como negativos. Todo depende de qué hace y cómo lo hace el adulto!!!

En esto no valen las palabras, los textos ni los consejos que los adultos le den a los chicos.

Lo único que verdaderamente tiene valor es el EJEMPLO que uno da segundo a segundo, aún sin hablar.

Esmerarse uno mismo en ser mejor persona, en hacer el mayor bien, en entregar la mejor contribución a la humanidad de lo que uno es capaz, es un ejemplo exquisito, es un acto sublime de amor que EDUCA, es una actitud de entrega y de darse uno mismo entero para la felicidad de los hijos.

Educar  es una actitud, es así de simple. Es una actitud de amor, de entrega, de compasión, de compromiso, y habla de la capacidad de poder considerar a otros y no quedarse en la estrechez de sólo pensar en uno mismo.

El amor es dar. El amor es estar dispuesto a comprometerse con un ser humano y darse totalmente sin egoísmos.

Si educar es amar y amar es una actitud de dar con compromiso, entonces la vida es nada más y nada menos que una actitud.

¿Y qué es una actitud? Es la manera que elegimos mirar y actuar en cualquier situación.

El amor es una actitud y con esa actitud estás garantizando 100% que tus hijos van  a crecer y vivir con integridad.

¿Qué opinas? Por favor no te quedes callado, me encantaría escucharte!

Toma la actitud de actuar, para que tu vida sea mejor cada día.

Que tengas una hermosa semana

Silvana Gonella

 

 

Comparte

Artículos del blog

Suscríbete y recibe las novedades en tu email

Pin It on Pinterest

Scroll al inicio