Cómo calibrar la consciencia para educar en el hogar

Cómo calibrar la consciencia para educar en el hogar

El Dr. David Hawkins descubrió los campos atractores que determinan la conducta humana y los organizó en un Mapa de la consciencia:

En el nivel de energía del coraje, cuando ya se han sobrepasado el temor, el deseo, la ira y el orgullo, comienzan a sentirse los precursores del empoderamiento en uno mismo y operan las influencias positivas de la vida. Esta es la zona de exploración, logros, fortaleza de ánimo y determinación y la vida  es vista como emocionante, provocativa y estimulante.

El coraje implica la voluntad de intentar cosas nuevas y ser capaz de lidiar con los cambios y los retos de la vida.

En este nivel de empoderamiento, uno es capaz de afrontar la vida y aprovechar las oportunidades que esta nos brinda. El crecimiento, la educación y el aprendizaje son metas posibles. Existe la posibilidad de enfrentar los miedos o los defectos de carácter y crecer a pesar de ellos, porque la ansiedad no nos limita para actuar como ocurriría en niveles de consciencia más bajos.

Los obstáculos que vencen a las personas cuya consciencia es reducida, actúan como estimulantes para aquellos que han evolucionado en el primer nivel de verdadero poder, que es el nivel del coraje del que estamos hablando ahora.

Como los logros resultan en respuestas positivas, la autoestima y la gratificación se afianzan progresivamente y ahí es donde la productividad comienza. Con este afianzamiento se llega a un nivel más alto en la escala de la consciencia: la neutralidad, que limita  la tendencia a ver dicotomias marcadas en todo y la necesidad de sostener  ideas rígidas en los niveles inferiores, que son un verdadero impedimento para estas personas, ya que el mundo es complejo y multifacetico en lugar de blanco y negro. La condición de neutralidad permite la consideración flexible, realista y no crítica de los problemas.

Ser neutro significa estar relativamente desapegado a los resultados. No obtener las cosas a nuestra manera, ya no se experimenta como derrota o fracaso, miedo y frustración. En este nivel se acepta que si una cosa no se da, puede darse otra mejor. Este es el inicio de la autoconfianza, cuando se siente el propio poder y nada lo intimida a uno como para sacarlo de juego.

En este nivel son notorios el estado de bienestar y la capacidad de confiar en toda la vida. Es el nivel de la seguridad en el que las personas son llevaderas y es fácil ser amigos o asociarse con ellas porque no se interesan en los conflictos, competencias o culpas. Los neutrales son confortables y básicamente imperturbables emocionalmente y esta actitud no es crítica ni conlleva la necesidad de controlar a otras personas, ya sean estos  maridos, hijos, amigos, padres y parientes.

Paralelamente como estas personas neutras le dan gran valor a la libertad,  son muy difíciles de controlar.

Ellos fluyen según su sentir y nada los tuerce. Solo cuando los padres que desean educar en el hogar, se encuentran en este nivel de neutralidad, se hace posible que acepten el desafío de hacerlo diferente sin seguir los patrones culturales de antaño.

Sólo cuando aman la libertad, cuando no son críticos de lo nuevo, cuando tienen la suficiente autoconfianza para dejarse fluir y dejar fluir a sus hijos con el aprendizaje natural, es cuando están preparados para un homeschooling o unschooling que sea como mínimo tranquilo y relajado. Claro está que no todos llegan a este nivel neutro de consciencia y son aquellos que todavía no pueden despegarse de los miedos y los mandatos del sistema tradicional de educación.

La clasificación anterior no excluye a nadie, sino que integra a todos procurando que comprendan que necesitan hacer algunas calibraciones internas para poder comenzar a educar en el hogar  y no morir en el intento.

Porque seguro habrá equivocaciones, todos nos equivocamos, pero seguimos adelante sin frustrarnos y miramos al futuro con esperanza. Cuanto más nos caemos, más experiencia adquirimos. Pero dicho esto, podemos seguir subiendo en la calibración de nuestra consciencia para ser cada vez mejores. Así llegamos al nivel de la voluntad y este sí que es un verdadero portal a más maravillas.

Aquí si estamos en condiciones de saber cómo calibrar la consciencia para educar el hogar

En el nivel de la voluntad, cualquier trabajo, aprendizaje o responsabilidad se ejecuta bien y es común lograr éxito en todas las obligaciones. La voluntad implica que uno ha superado la resistencia interna a la vida y se ha comprometido con la participación, ocurre una gran apertura mental que nos hace genuinamente amistosos.

Los que son voluntariosos, no se dejan atormentar por el desempleo, ellos trabajan en cualquier lado cuando tienen que hacerlo, o crean un estudio y una carrera, o se independizan. La educación en el hogar es el estado máximo de independencia. Los voluntariosos son útiles a los demás y contribuyen al bienestar de la sociedad, también están dispuestos a encarar los asuntos internos y no tienen grandes bloqueos de aprendizaje.

Nuestros hijos educados en el hogar, cada día nos demuestran que dan la talla perfectamente en este nivel porque ellos han nacido ya cableados de esa manera por ser del nuevo milenio.

Ellos son el mejor ejemplo a seguir, ellos nos enseñan la verdadera actitud necesaria para vivir en estos tiempos re-evolucionarios.

Si nuestros pequeñitos pueden alcanzar valientemente y naturalmente este estado voluntarioso, porqué no aprender de ellos y seguirlos para alcanzarlos rápidamente mientras están en la infancia?.

Es que cuando sen grandes, si no los hemos alcanzado antes, no tendrán modelos válidos que hayan podido ver en sus padres.

En qué nivel de consciencia te encuentras?

Cariños

Silvana Gonella

Comparte

Artículos del blog

Suscríbete y recibe las novedades en tu email

Pin It on Pinterest

Scroll al inicio