Dislexia y Discalculia

Los niños expresan lo que los padres callan. Dislexia y Discalculia

Los niños expresan lo que los padres callan. Dislexia y Discalculia

Este artículo lo dedico a Alejandra Palleros e intentaré hacer un aporte desde mi especialidad que es Salud Ética Cuántica, para el bienestar de los niños y la familia.

Por mucho que los médicos y neurólogos se resistan a conceptos nuevos, tenemos que partir de la base de que cualquier enfermedad, disfunción, distorsión, disminución o exacerbación en lo físico, conductual, emocional o psíquico, en realidad proviene “siempre” de la esfera emocional, o mejor dicho aún: Psico-bio-emocional.

Te han enseñado a mirar sólo lo que sucede a nivel biológico y por eso comprendo perfectamente que te resistas al principio, a incorporar estos conceptos.

La excelente noticia es que si los comprendes, estás capacitado para buscar las causas de los problemas o enfermedades de tus hijos en un lugar completamente distinto, puedes dejar de lado la culpa y la impotencia, ya que por más grave que sea el trastorno, se puede corregir cuánticamente, re-equilibrando la expresión en las emociones y la canalización del conflicto a nivel familiar.

¿En serio? Si, definitivamente. Hasta lo que te han dicho que es “genético”, crónico o incurable, puede mejorarse considerablemente haciendo el click del descubrimiento y, poniendo en práctica el cambio en la forma de ver la vida y el mundo. Lamentablemente vivimos en una sociedad en la que la norma es el desempoderamiento y los individuos se sienten solos, sin apoyo, separados y desconectados de todo lo bueno.

Nos han enseñado a soportar heroicamente cualquier sufrimiento, de manera de agradar a Dios. Pero este retorcimiento en los mandatos culturales, lo único que hace es dejar a la gente inerte, pequeña, llena de miedos e inseguridades, sin poder expandir ni hacer brillar sus potenciales.

Te pido que te prepares un café y regreses, porque lo que trataremos ahora es realmente sorprendente, diferente, esclarecedor y profundo. Necesitas cierta tranquilidad para incorporarlo, llevarlo a la acción y producir los cambios beneficiosos en la vida de todos los miembros de tu familia.

Antes de adentrarnos en el tema que nos toca, necesito advertirte que cuando un miembro de la familia está enfermo y no se alcanza a ver que la enfermedad quiere transmitir un mensaje y un aprendizaje que, en sí mismos son la solución del conflicto, obviamente ni siquiera se intenta decodificarlo y mucho menos entenderlo. Pero esto tiene graves consecuencias, porque al quedar el conflicto sin resolver, la enfermedad o trastorno reaparecerá en generaciones futuras hasta que alguien se digne a sanar y resolver el problema a nivel emocional.

En otras palabras, la enfermedad es la solución. Si no hubiera aparecido el desorden ya plasmado en lo físico, nadie se hubiera enterado nunca de que existía un conflicto inconsciente. Silvana Paola Gonella

Mira estas frases de Carl Gustav Jung, porque encierran gran sabiduría, simplicidad, perfección y excelencia.

Pensamientos de Carl Gustav Jung

Pensamientos de Carl Gustav Jung

Carl Gustav Jung. Los mensajes del inconsciente
Carl Gustav Jung. Los mensajes del inconsciente

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La enfermedad viene a curarnos, no a que la curemos, Carl Gustav Jung
La enfermedad viene a curarnos, no a que la curemos, Carl Gustav Jung

Tú quieres lo mejor para tu familia, por lo tanto aprende ahora de lo que se te presenta, sana el árbol familiar y regálale a todas las generaciones que vengan después de ti, la bendición de la salud y la plenitud. Silvana Paola Gonella

No te asustes, esto es mucho más fácil de lo que crees, solamente que por desconocido, hay que darle cierto marco conceptual.

Lo haré extensamente en un curso que estoy preparando, que aportará soluciones fáciles, sencillas, naturales, sin medicamentos o suplementos,  gratuitas, éticas, conscientes, eficientes y amables, para solucionar cualquier problema de salud en los niños.

Lo puedes utilizar para apoyar la sanación plena de hijos, nietos, sobrinos y cualquier niño que conozcas. Te sorprenderás de las maravillas que puedes hacer con el amor que llevas dentro, quedarás con la boca abierta preguntándote cómo no supiste esto antes, ya que si lo hubieras sabido, se hubieran evitado muchos sufrimientos, esperas, efectos adversos y limitaciones en la vida.

Además son soluciones tan ágiles y prácticas que podrás enseñárselas a cualquiera que esté en dificultad. Podrás ser de gran ayuda para muchos y devolverás al universo con tus actos de bien, lo que te ha entregado a ti y a tu familia. ¿Alguna vez pensaste en ayudar a otros? Esta es tu oportunidad!!!

Cuando el niño es menor a 7 años de edad, en un porcentaje abrumador, sus problemas de salud están relacionados con conflictos inconscientes no resueltos en los padres. En una proporción muy pequeña, el conflicto se extiende a generaciones anteriores como abuelos y bisabuelos.

Desde una mirada general, la Dislexia es un trastorno que afecta al aprendizaje de la lectura y, a su vez la Discalculia afecta la función lógico matemática propia del hemisferio izquierdo del cerebro. Pero no deben confundirse con las dificultades de aprendizaje como TDAH o alguna dificultad atencional.

En primer lugar ya todos saben lo que P L y yo sostenemos acerca del TDAH. Para nosotros la mayoría de las veces es un falso diagnóstico. Pero haciendo ciertas concesiones, supongamos que fuera algo real…

Es muy común que en las escuelas por falta de formación consistente acerca de estos temas, los llamados trastornos, puedan caer en la misma bolsa. No voy a detenerme aquí, ya que sería redundante y le estaría dando energía a una deficiencia del sistema.

Creo firmemente que cuando no nos gustan o no acordamos con las maneras que tienen otros de hacer las cosas, no podemos pedirles que cambien ellos, sino cambiar nosotros mismos y buscar las consecuentes soluciones en otro lado. Me refiero específicamente a esperar cambios en la estructura del sistema. Eso no sucederá.

Si el sistema escolar a todas luces es ineficiente y tóxico para resolver estos problemas, busquemos otras alternativas y solucionemos nosotros mismos. Las soluciones son personales y corresponden al ámbito particular de cada familia. Muchos utilizarán con éxito una herramienta y a otros, eso mismo no les servirá en absoluto.

Por eso cada familia tiene que encontrar el mejor camino posible, pero siempre hay que tener en cuenta en la elección,  que sea lo mejor para todos los miembros, que sea cómodo, funcional, que genere bienestar, alegría y paz.

De lo malo ya estamos todos hartos y por esa razón lo más inteligente es que las decisiones que tomamos nos beneficien. Si nos hacen sentir incómodos o molestos en cualquier ámbito de la vida, o generan trastornos mayores a los que antes había, simple, lisa y llanamente esa no es la elección correcta.  Hay que mirar hacia otros horizontes.

Ahora vamos a la verdadera sustancia de este tema:

Lo definitorio del asunto es que ante cualquier enfermedad o trastorno, la persona afectada o la familia, están pasando por situaciones de stress emocional y no lo pueden procesar psíquicamente de forma adecuada. En general sucede que estas situaciones desbordan por completo a las personas y no pueden dar respuestas acordes o no encuentran la forma de tramitarlo, ya sea individualmente o en el colectivo familiar. Silvana Gonella

Pongamos un ejemplo: En la familia falleció un ser querido que era muy importante para los miembros. Lógicamente el duelo genera stress emocional, angustia, llanto, depresión y muchas otras manifestaciones. Muchas veces los adultos callan o esconden bajo secreto, determinadas situaciones que suponen que los niños son muy pequeños para entender.

Puede suceder que la situación económica sea en ese momento bastante caótica y que papá y mamá estén muy angustiados. Con su mejor buena voluntad tratarán de esconder el tema para que los niños no se preocupen.

Lamentablemente los niños escuchan y perciben la tensión familiar, pero no saben de qué se trata, cuál es el problema o las consecuencias.

Si mamá está triste, el niño se verá desbordado emocionalmente, porque sabe que algo no está funcionando como siempre, pero desconoce cómo explicarlo, ni entiende nada al respecto.

Imaginen que si ese niño asiste a la escuela, va a expresar en su conducta de manera inconsciente, la preocupación o tensión familiar.

Lo más común es que cuando nosotros los adultos estamos tensionados o preocupados, nos cuesta horrores concentrarnos en algo. Imaginen la carga emotiva que llevan los niños, para ellos es aún más difícil de procesar. Es lo más lógico que tengan dificultades para prestar atención, concentrarse o hacer tareas básicas.

Pero lamentablemente la reacción de la escuela y los supuestos profesionales, es medicarlos para tapar o borrar la manifestación de los síntomas molestos para ellos.

Un niño dopado y aletargado, probablemente esté quieto y “bien adaptado”, pero SEGURAMENTE los verdaderos motivos siguen estando a punto de explotar en el interior. Con medicación no se ayuda a los niños, simplemente se presta aquiescencia para mantener contentos a maestros y profesores, de drogarlos “legalmente”.

Mamá y papá que alguna vez por ayudar a tu hijo, aceptaste que lo mediquen… Te ruego que dejes de hacerlo, sin rodeos, ya, inmediatamente al menos en tu mente. Luego retírale la medicación gradual y lentamente para evitar efectos peores.

Pero definitivamente deja que tu hijo sea como todos, que crezca, madure, se equivoque y vuelva a comenzar. Dale libertad y comprensión para que vaya superando las situaciones cotidianas que lo están afectando. Conviértete en un padre protector y deja de ignorar que la medicación es adversa y lo llevará tarde o temprano a la perdición.

Es mucho más lógico, consciente, empático y reparador que todos traten de comprender al niño, preguntarle qué le está sucediendo, brindarle más cariño y atención de lo habitual y evitar cuestionarlo, retarlo, gritarle o degradarlo. Seamos honestos, cuando no podemos resolver algo, la primera reacción es de enojo.

¿No sería más humano y sano abrazar al pequeño, explicarle la situación familiar por la que están pasando, cómo se sienten todos y las diferentes maneras posibles de solucionarlo? Esto inmediatamente reduciría en gran medida la ansiedad y el stress tanto en padres como en hijos y, al menos se abrirían otros caminos para seguir funcionando desde otro lugar. El entendimiento es el mejor lugar desde dónde reiniciar.

Volviendo a la Dislexia, se produce generalmente en niños que se sienten presionados o forzados a sobresalir intelectualmente. Les cuesta utilizar sincrónica y simultáneamente los dos hemisferios cerebrales. Son mucho más imaginativos y creativos que el resto, porque su fuerte es el hemisferio derecho. Esto en sí no es un trastorno, sino que es la manera en la que los niños de este milenio se las arreglan para funcionar en el mundo. Es en verdad un regalo y no un problema. Posiblemente tu hijo “disléxico” tenga una fuerte y definida veta en el ámbito artístico. Creo sinceramente que no es algo para desaprovechar.

Si vamos un poquito más profundo, en  el plano metafísico, la dislexia significa que este niño tiene dificultad en equilibrar las energías que le permiten interactuar en el afuera y las energías introspectivas. Está indeciso y confundido ante determinadas elecciones o decisiones que tiene que hacer en su vida. Pero este es un problema que sucede en los niveles más profundos de la mente. Acontece en el plano inconsciente.

El niño o el adulto disléxicos tienen problemas con la organización del espacio-tiempo en el que están inmersos.

Puedo decir con un alto grado de seguridad que si un niño, digamos hasta los 12 o 13 años, sufre en verdad de este trastorno, no es algo para preocuparse, porque desde esa edad hasta los 18 aprox., construyen su propia identidad en el mundo, definen quienes son y posiblemente encuentran o descubren su propósito de vida. Entonces es más que probable que el trastorno desaparezca por sí solo, en un ambiente familiar cálido que apoye sus iniciativas, gustos e intereses. Silvana Paola Gonella

Si los padres están presentes y en vez de sucumbir ante el miedo de que esta dificultad sea un verdadero problema cuando adultos, se dedican a hablar mucho con el chico, desarrollan la confianza y la empatía y buscan la manera de hacer que el entorno familiar sea calmo y relajado, verán cómo lo que antes era un cuco enorme se disuelve por sí solo.

Si el niño es pequeño, hay maneras mucho más eficaces de hablarle, dialogar y favorecer que sus conflictos emocionales se vayan limpiando. Es un truco increíblemente efectivo, pero me lo reservo para el curso del que te hablé antes.

De momento te digo con conocimiento de causa, no te preocupes!; no agrandes un problema que con paciencia, respeto, diálogo y amor puede solucionarse y seguro lo hará.

Si tu hijo de grande continúa con el mismo problema, significa que la montaña de sinsabores que ha vivido es tremenda, pero también tiene solución de la misma manera.

Como verás te estoy dando tips prácticos, que puedes empezar a utilizar ahora mismo.

-Si tu chiquito es disléxico, siéntate junto a él o ella y en un entorno calmo, que bien podría ser de juego, o de contarle cuentos según la edad, dialoga, pregúntale que le preocupa, cómo se siente, qué le gustaría que sucediera o que querría evitar; a qué le teme y que lo hace saltar de alegría.

-Fíjate bien si hay personas del entorno íntimo que le trasmiten negativismo a tu hijo… Esto no es fácil de detectar a simple vista. Lo digo con conocimiento de causa: durante años mi hija se sintió extrañamente mal con un familiar cercano, pero me lo contó muchos años después porque se suponía que esta persona no debía hacerle daño.

Me refiero a que hay personas que vibran en frecuencias bajas y aunque sean buenos o tengan buenas intenciones, generan malestar o preocupaciones innecesarias. Trata de que sea cada vez más infrecuente el contacto con esas personas, aunque no hace falta herir a nadie. Solo haz lo que creas correcto y eso estará bien, porque tu intención es lo que verdaderamente cuenta.

-Ni hablar cuando ya hay maltrato físico o psíquico. Definitivamente aleja a tus hijos de las relaciones tóxicas.

-Averigua que le gustaría hacer, tener o ser a tu niño, pregúntaselo directamente a él o ella. Evita asumir y hacer suposiciones, que para sacarse dudas, existen las preguntas.

-Busca una actividad física que le guste y le siente bien, para que pueda sincronizar sus hemisferios cerebrales. Las artes marciales funcionan de maravilla, pero no lo obligues a hacer algo a lo que se resista.

-Deja de pensar en la situación como un problema!!!. Solo vive y deja vivir, acompaña, nutre, alimenta el espíritu de tus niños, jueguen mucho juntos, pasen tiempo al aire libre, escuchen música de calidad, ríanse, corran, hagan compras juntos, vean obras de teatro o cine elevado. Me refiero a contenido de calidad que tenga enseñanza o moralejas.

-Deja de presionar a tu hijo para que lea de corrido, mejor aún creo que a lo último que lo tienes que enfrentar es a un libro. Al menos mientras se re-acomodan las emociones básicas. Cuando el chico tenga necesidad de leer y amigarse con lo escrito, te juro por lo que más quiero que lo hará solito. Lo hará cuando no lo esperas, Lo hará cuando se sienta libre de presiones y expectativas.

-Lo más importante es que se liberen de las opiniones de los médicos. Sean libres y diviértanse. Busquen maneras propias de hacer que las cosas funcionen. Reconstruyan, cuiden y amen!

Cuando menos lo esperen, la dislexia habrá desaparecido por completo y sólo será un recuerdo. Lo beneficioso de tener alguien en la familia con un diagnóstico así, es que favorece la unión familiar, la empatía y la colaboración mutua. Si la dificultad no hubiera aparecido, no podrían haber realizado los cambios que necesitaban para que su vida sea plena, sana y feliz.

Agradezcan y acepten con amor la dificultad. Aprendan y sigan adelante.

Acepten a cada miembro de la familia tal como es y dejen de lado las etiquetas referidas a la inteligencia.

Pueden tener dificultades momentáneas para leer o hacer cálculos, aun así pueden ser exquisitos y talentosos en cualquier otra cosa. Hay eximios pianistas que tocan de oído y no necesitan leer música para sobresalir. Los ejemplos pueden seguir al infinito.

Brinden apoyo, flexibilidad  y confianza para que los chicos sepan que son capaces de resolver todo con la fuerza de sus espíritus, sin necesidad de crearse una dificultad, trastorno o enfermedad para llamar la atención o solicitar la presencia o el amor incondicional  de sus seres queridos.

Hay mucho, mucho más para decir, pero este texto ya se hizo muy largo.

Para completar el aprendizaje, te espero en mi próximo Curso Cuántico para sanar en casa a tus niños!! 

Con Cariño

Silvana Paola Gonella

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